1. NACEN CON JESÚS.  La primera comunidad la organizó Jesús con sus discípulos, a los que formó y envió. Les dio a conocer todo lo que el Padre le había encomendado.  “Yo y mi Padre Somos uno”.

2. Los que envió Jesús comenzaron a anunciar a Jesús muerto y resucitado y los que iban creyendo y se bautizaban, empezaron a vivir e pequeñas comunidades que se fueron multiplicando: Jerusalén, Roma, Éfeso, Antioquia, Galacia, Corinto… y muchas más hasta llegar a nosotros. 
3. CONCILIO VATICANO II (1962 -1965) El concilio Vaticano II, llama a la Iglesia pueblo de Dios (L.G.) y este pueblo de Dios aprende a vivir en un espíritu de comunión que se manifiesta en las pequeñas comunidades, formas de vida fraterna, donde reconociendo a Dios como Padre, aprendemos a vivir la fraternidad. Así vamos aprendiendo a caminar como hermanos. 
4. AÑO 1964. Se promulga la Constitución Lumen Gentium (Luz de las gentes) el 21 de noviembre . Allí se delineó el ser y  que hacer de la Iglesia y con la restauración del Diaconado Permanente en la Iglesia, se da lugar a pensar en una nueva evangelización más eficaz para América latina y Africa. (L.G. 29 y A. G. 16) 
5. LA IGLESIA TIENE UNA MISIÓN PERMANENTE, Llevar a todas las personas a la plena comunión de vida con Dios Padre y entre si, teniendo como centro a Jesucristo, en el don del Espíritu Santo, con mediación visible de la Iglesia. Esto se va logrando a través de las pequeñas comunidades.

6. AÑO 1968 Se realiza en Medellín la reunión de la II Conferencia Episcopado Latinoamericano y en ella se reflexiona, se habla y se recomiendan las Comunidades Eclesiales de Base (CEB) como camino de renovación de las estructuras pastorales. Especial mención se debe hacer del Documento 15 sobre Pastoral de Conjunto en los números 10, 11,12)

7. AÑO 1969. IGLESIA ANTE EL CAMBIO – (Asamblea XXV del Episcopado Colombiano): La formación de auténticas comunidades de base es importante en nuestra acción para que el pueblo comprenda primero, y luego la viva en todas sus consecuencias la caridad, dentro de un cuadro de tamaño más humano, donde el conocerse personalmente, engendre la amistad y provoque la solidaridad eficaz en la acción, con generosa y aún heroica comunicación de bienes espirituales y temporales, en la medida en que urge a cada uno el carisma recibido del Espíritu Santo y la conciencia de su incorporación a Cristo como miembro de una misma familia. Aspiramos así a lograr, lentamente quizá, pero con seguridad una conversión radical del pueblo de Dios, para que sea plenamente familia de los hijos de Dios, y con ello se estructura la sociedad en la justicia y en la paz animada por el amor. ( IaC 104)

8. AÑO 1979 PUEBLA: La doctrina de Puebla sobre las CEB, es muy rica y abundante. Ella reafirma la importancia de la vida en comunidad. Las CEB son “puntos de partida en la construcción de una nueva sociedad”

9.  1985 EVANGELII NUNTIANDI N° 58: Las comunidades Eclesiales de Base serán un lugar de evangelización, en beneficio de las comunidades más vastas, especialmente de las Iglesias particulares, y serán una esperanza para la Iglesia universal, como Nos mismo dijimos al final del Sínodo, en la medida en que:

• Buscan su alimento en la Palabra de Dios 
•  Evitan la tentación siempre amenazadora de la contestación 
• Permanecen firmemente unidas a la Iglesia local 
•  Guardan una sincera comunión con los Pastores 
• No se creen jamás el único destinatario o el único agente de evangelización
• Crecen cada día en responsabilidad, celo, compromiso e irradiación misioneros
• Se muestran universalistas y no sectaria

10. SINODO EXTRAORDINARIO A LOS 20 AÑOS DEL CONCILIO – 1985 N° 7 “Porque la Iglesia es comunión, la participación y la corresponsabilidad debe existir en todos sus grados. Este principio debe entenderse de diverso modo en los ámbitos diversos. “Porque la Iglesia es comunión, las nuevas “comunidades eclesiales de base”, así llamadas SI verdaderamente viven en la unidad de la Iglesia, son verdadera expresión de comunión e instrumento para edificar una comunión más profunda. Por ello dan una gran esperanza para la vida de la Iglesia (cf. EN 58)”.
11. Las Conferencias Generales del Episcopado en Santo Domingo (1992) y Aparecida (2007) reafirman la importancia de las comunidades Eclesiales de base y pequeñas comunidades.

12.